Ley de la Gracia

Leyes de Alta Frecuencia – Ley de la Gracia

La gracia es una dispensación divina de misericordia. Disuelve el karma, crea milagros y puede cambiar la materia.
Nuestra alma ha aceptado la oportunidad de encarnar en este planeta para aprender y experimentar emociones y un cuerpo físico. Podemos invocar la Ley Espiritual Universal de la Gracia para transmutar nuestras deudas, cambiar los sentimientos emocionales, sanar las relaciones y el cuerpo físico; sin embargo, debemos estar preparados para recibirla. Creamos todas nuestras situaciones con nuestra conciencia y debemos aprender la/s lección/es antes de pedir la gracia, podemos ofrecer gracia a los demás a través de nuestra compasión, misericordia, empatía, perdón y amor incondicional. Cada vez que abrimos nuestros corazones a otro, nosotros también recibimos un flujo de amor divino. La compasión, la empatía, la misericordia, el amor incondicional y el perdón son cualidades divinas que confieren gracia. Cada vez que abres tu corazón con compasión, el amor que emana de ti le concede gracia a otra persona. Un cambio de actitud puede tener lugar o la liberación de un miedo profundamente arraigado o incluso una curación física. Cuanto más gracia ofrecemos, más recibimos a su vez.

El perdón es otra cualidad Divina que disuelve y transmuta los bloqueos negativos. Esto resulta en una sanación emocional, de actitud y física que tiene lugar tanto para el que da como para el que recibe. La gracia permite que la curación ocurra porque las vibraciones de alta frecuencia del amor transmutan las vibraciones inferiores del dolor y el miedo.

Creamos karma con nuestras actitudes. Todos los malos sentimientos y las disputas son las consecuencias kármicas de las actitudes egoístas. Cuando estás listo para ser comprensivo y compasivo o estás listo para perdonar, los ángeles te llevan a alguien o a una situación que puede ayudarte a liberar tu karma.

Los ángeles trabajan con gracia, susurrándonos constantemente que pensemos, hagamos o digamos aquello que disolverá nuestro karma negativo. Tratan de ayudarnos a perdonar nuestros pecados y a disolver una acumulación de deudas kármicas.

Cuanto más abres tu corazón para acoger a los extraños, para dejar ir la ira, para cuidar a los enfermos y seniles, a los hambrientos y a los desamparados, más gracia se derrama en el planeta. Cada vez que oran por otro o ayudan a alguien con amor, el planeta se llena más de luz Divina.

La Ley Espiritual Universal de la Gracia es la misericordia Divina que libera a las personas.

Ver: Las 36 Leyes Espirituales Universales