La Ley Espiritual de la Resistencia
Cada vez que nos enfocamos en algo lo estamos ‘llamando’ hacia nosotros. Con nuestros pensamientos y creencias invitamos a personas, situaciones, experiencias y cosas materiales a entrar en nuestra vida. Cuando llegan, si realmente no los queremos, tratamos de alejarlos.
Muchas personas invocan la Ley de la Resistencia sin ser conscientes de que lo están haciendo. Su mente inconsciente y la mente Universal trabajan de manera similar a las computadoras. No se le puede decir a una computadora que `no’ muestre un cierto archivo si ha hecho clic en él, ya que no puede aceptar instrucciones negativas. Asumirá que usted SI quiere ese archivo y lo traerá.
Su mente consciente puede discriminar entre una instrucción negativa y una positiva – pero su mente inconsciente está completamente comprometida no puede notar la diferencia.
Si usted piensa que un pensamiento o hace una declaración con suficiente frecuencia, accederá a su mente inconsciente. Algunas personas tienen enfermedad en sus vidas porque `resisten’ a la enfermedad. Si estás continuamente pensando:’No quiero estar enfermo’, la palabra’enfermo’ se filtra constantemente en tu mente inconsciente…. haciéndote enfermar.
No, no puedo, no quiero y no son palabras que invocan la Ley de la Resistencia. Por ejemplo, el pensamiento ‘Nunca encontraré una pareja perfecta‘ se resiste a la pareja perfecta ;’No quiero ser pobre‘ trae pobreza; ‘No puedo vivir en esa casa horrible‘ te mantiene viviendo en esa casa horrible; y ‘Nunca seré como mi madre‘ te asegura que serás igual a ella.
En el lado positivo, afirmaciones como «Soy saludable«; «Merezco una pareja perfecta«; «Agradezco las riquezas«; «Vivo en una casa hermosa» traen esa energía hacia ti.
«Nunca te resistas al fracaso o a la pobreza. En cambio, atraen el éxito, la riqueza y la abundancia. Siempre acepta lo positivo en lugar de resistir lo negativo».
La Ley de la Resistencia es activada por la conciencia de’víctima’. Una víctima es alguien que culpa a otros por su destino, cree que el mundo le debe, y generalmente siente lástima por sí mismos. Cuando alguien piensa `pobre de mí’ o `soy tan desafortunado’, está siendo una `víctima’ que se resiste a la abundancia y a la generosidad. Si alguien está culpando a otro por lo que está sucediendo en su propia vida, entonces es una «víctima» que se resiste a asumir la responsabilidad personal de lo que él mismo ha creado.
Cuando nos sentimos enojados o culpables nos resistimos a la alegría de la vida y a la magnificencia del’Ser’.